Dos niños con camiseta de la selección peruana aguardan con ansias en la puerta 10 de la Videna de San Luis que da a la avenida Canadá. Preguntan al grupo de periodistas que están esperando para ingresar si por ahí van a pasar sus ídolos. “¿Alex Valera viene?”, consulta uno de ellos. “¿Y Felipe Chávez?“, interroga el otro. Mientras tanto, a unos metros, dos policías observan sonrientes desde los asientos delanteros de su patrulla.

Son las 4 de la tarde y ocurre algo inusual: el bus de la selección peruana llega a la Videna escoltado por policías. La escena es común cuando la Bicolor se dirige al estadio donde jugará, pero lo normal es que a los entrenamientos en Videna cada futbolista llegue por su cuenta. Esta vez, en el Día 1 de Manuel Barreto como técnico interino, no fue así deb

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