
Después de que el informe de la UCO sobre la situación económica patrimonial de José Luis Ábalos pusiera de manifiesto, al margen de la ‘ peculiar ’ tesorería del PSOE , un desfase contable evidente entre lo abonado por el partido al que fuera su secretario de Organización y ministro de Fomento y lo que este declaró haber recibido, la investigación se centra ahora en determinar hasta qué punto el PSOE se ha financiado de manera ilegal. Porque habrá que convenir que a un partido que tiene en caja dinero en efectivo en las cantidades apuntadas por la Guardia Civil -y en « chistorras » (billetes de 500 euros)- habrá que preguntarle de dónde obtenía el cash , más aún cuando Ferraz siempre había mantenido que el dinero entregado a Ábalos fue a través de transferencias.
No es en absoluto normal que los pagos se hicieran a través de dinero en sobres y no es normal que la trama tuviera que recurrir a un supermercado en Navarra para ‘ blanquear ’ los billetes de 500 euros . Partiendo de lo que resulta una obviedad -que lo conocido pone bajo sospecha a la tesorería de Ferraz- la labor de los tribunales está en investigar de dónde sacaba el PSOE tantas cantidades de dinero en billetes para pagar los gastos de Ábalos , porque cualquier departamento de tesorería de cualquier empresa normal no paga a sus empleados o proveedores en sobres que pasan a recoger las mujeres de éstos y, sobre todo, éstos no se hacen un viaje de más de 400 kilómetros para cambiar los billetes de 500 euros por billetes de cuantía menor. Parece evidente que aquí hay gato encerrado y que el próximo informe de la UCO sobre el patrimonio del preso Santos Cerdán puede aclarar muchas cosas. De momento resulta obvio que el informe de la UCO sobre el patrimonio de Ábalos coloca al PSOE en un escenario complicado, porque el método de pago a su secretario de Organización parece más propio de una mafia que del partido político que gobierna España .