La ciudad de Chicago vive una ola de violencia y represión tras las protestas contra las detenciones masivas de migrantes. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó el despliegue de 300 efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad, mientras la operación federal Midway Blitz deja más de 500 arrestos desde su inicio en septiembre.
Manifestantes, periodistas y líderes religiosos denunciaron el uso de gas lacrimógeno, balas de pimienta y granadas aturdidoras por parte de las fuerzas federales. “Están convirtiendo Chicago en una zona de guerra para justificar el despliegue de tropas”, advirtió el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, quien junto al alcalde Brandon Johnson demandó al Gobierno federal para frenar el operativo.
Los enfrentamientos más violentos se registraron fr