La sentencia concluye que el acusado se obsesionó con sus nuevos vecinos cuando le cortaron el suministro eléctrico

La vida de Mustapha A. quedó a oscuras en enero de 2020. El hombre, que tenía entonces 53 años, vivía desde hacía mucho tiempo en una masía conocida como Les Lloberes de Baix, en Les Lloses (Girona) , un pueblo tranquilo y alejado del mundanal ruido en el corazón de la Cataluña rural. Mustapha estaba en precario: vivía allí gracias a un contrato verbal y tenía electricidad porque su vecina de Les Lloberes de Dalt, a apenas 50 metros, le permitía conectarse al suministro eléctrico a cambio de que se encargara de algunas tareas de mantenimiento. Pero cuando una nueva pareja de vecinos se instaló en esa masía, le comunicaron que ya no iban a suministrarle más luz “por motivos

See Full Page