Nos comparten que en los pasillos de Palacio de Gobierno de Morelos se dice que, a un año de haber asumido el cargo, la gobernadora Margarita González Saravia (Morena) no cuenta con gente de confianza a su alrededor y su principal apoyo ha sido el gobierno federal y los poderes Legislativo y Judicial del estado, aunque aún batalla con algunos diputados leales a su antecesor, Cuauhtémoc Blanco Bravo (Morena). Nos explican que sus principales colaboradores han demostrado inexperiencia en los momentos de crisis política, mientras que otros funcionarios han sido despedidos por presuntos actos de corrupción, a pesar de que algunos de ellos la acompañaron desde la campaña, lo que la ha dejado sin un “brazo fuerte”. ¡Qué tal!
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