Llega un momento en que la convivencia con los perros callejeros deja de ser solo un problema de limpieza o de molestias vecinales y se convierte en una cuestión de salud pública y bienestar animal. La ciudad de Shimla, al norte de India, ha dado un paso pionero en este terreno al equipar a sus perros callejeros con collares GPS y códigos QR que permiten monitorizar su ubicación, su estado sanitario y su comportamiento. La iniciativa, además de intentar reducir los casos de rabia, también confía en mejorar la gestión de los animales abandonados y la seguridad de los ciudadanos.
En una ciudad donde la densidad de perros callejeros supera los 4.000 animales, y donde los ataques pueden tener consecuencias fatales debido a la rabia, conocer exactamente quién está en la calle y qué situación t