La escena de un perro titubeando ante una escalera puede parecer trivial, pero detrás de ese gesto hay, a veces, una alerta silenciosa. Los primeros pasos inseguros para subir y bajar escalones de Selva, una border collie de 11 años, fueron la pista de que algo no iba bien. La perra que hasta hacía poco bajaba los escalones de un salto empezó a medirlos con cautela excesiva, tropezando, perdiendo confianza en movimientos cotidianos. El diagnóstico veterinario no tardó en confirmar lo que su cuidadora sospechaba: Selva estaba perdiendo la visión.

La ceguera canina puede deberse a múltiples causas que van desde cataratas hasta glaucoma o procesos ligados a la edad, pero más allá del origen médico, la realidad que comparten las familias es la misma, la de un compañero que ya no percibe el mu

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