Doña Carmencita nació con vena emprendedora y sueños sin límites. Creció en Huancayo, entre fierros y bolsas de cemento, viendo a sus padres sacar adelante una ferretería. Más tarde siguió los pasos con su propio negocio, New Virgen de Cocharcas, que se ha consolidado con el apoyo incansable de su esposo y convertido hoy en motivo de orgullo familiar.

La travesía empezó en 2004, en un pequeño local alquilado, con pocos productos y sin el respaldo de proveedores. La pareja se levantaba a las 5 de la mañana para comprar y cargar materiales: fierro, ladrillos y cemento. ‘A veces quería llorar, pero no importaba, seguíamos’, relata la mujer, que nunca se rinde.

Un año más tarde se mudaron a un local más grande, donde entraron todas las ideas de Carmen, quien además decidió estudiar Conta

See Full Page