Ante México, Chile jugará al todo o nada. No hay margen para otra cosa si la pretensión es seguir en el Mundial Sub 20. O, dicho de otra forma, que el torneo mantenga al anfitrión en su programa. El que trastabilla queda en el camino. Por eso, el equipo de Nicolás Córdova ni el entrenador pueden permitirse nuevos deslices. Esa cuenta la agotaron en las caídas frente a Japón y Egipto. Con un costo concreto: abandonar el Estadio Nacional. El duelo frente a los aztecas se jugará en el estadio Elías Figueroa Brander, de Valparaíso.

Sin una línea futbolística definida (por más que Córdova defienda su propuesta) ni rendimientos individuales que permitieran disimular las carencias, la Roja terminó, literalmente, sufriendo. En lágrimas. Solo vino a relajarse cuando confirmó que había avanzado por

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