Donald Trump le está ganando la batalla a Ganesha y Balaji, deidades a las que se encomiendan los devotos hindúes a la hora de garantizarse un visado de estudiante. Al presidente de Estados Unidos le han bastado unos meses para recortar a la mitad el ingreso de universitarios indios y a una cuarta parte el de asiáticos en general. Son cifras mayores, teniendo en cuenta que Asia aporta tradicionalmente el 70% de los estudiantes internacionales en EE.UU.. Pero esta pérdida no es un efecto secundario, sino totalmente buscado.
Varios factores explican este descenso de decenas de miles de matrículas en Asia. Ocaso que es todavía más espectacular en el caso de África (32%) y acusado en Oriente Medio (17%), peor que alcanza también a Europa. Las cifras, en cualquier caso, son todavía provisional