“Dos gramos de esta sustancia pueden ser mortales ”, dice con aire sombrío Allen Catterton, el director del Laboratorio Suroeste de la Agencia de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos. Está de pie junto a una pantalla que va mostrando los rostros de varios jóvenes norteamericanos, víctimas de una dosis mortal de droga.
La exposición se llama Los rostros del fentanilo, e incluye fotografías de 5.000 estadounidenses que murieron por el consumo de este estupefaciente , un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína, por cuyos nefastos efectos en la salud pública es considerado una epidemia en ese país.
EL COLOMBIANO visitó el laboratorio en su sede de Miami, por una invitación del Departamento de Estado de EE. UU., para conocer de cerca cómo desde la ciencia de forense se