La Tierra guarda pistas sobre su clima antiguo en los restos de organismos marinos, como los corales . Con el paso del tiempo, parte de esa información se pierde o queda oculta cuando los fósiles sufren cambios químicos. Un nuevo método científico permite mirar “dentro” de ellos con gran detalle y sin romperlos, para obtener datos que antes parecían imposibles de recuperar .
Un grupo de investigadores presentó en la revista Geochemistry, Geophysics, Geosystems una técnica innovadora. Desarrollaron una forma de escanear fósiles de coral en tres dimensiones y descubrieron registros del clima pasado que se creían perdidos. El estudio, dirigido por la geocientífica Carra Williams , muestra que incluso ejemplares muy antiguos o dañados pueden aportar nueva información