La presión del Tri fue constante, ahogando a Chile en su propia cancha mientras el reloj avanzaba implacable.
A los 26 minutos, Tahiel Jiménez rompió el cerrojo con un remate preciso tras una jugada colectiva que dejó al descubierto las debilidades defensivas chilenas. "Fue un gol que refleja el trabajo en equipo", comentaría después el técnico Eduardo Arce. La anotación desestabilizó a los locales, que buscaron reaccionar pero chocaron una y otra vez contra un muro defensivo bien organizado.
La segunda parte pintaba diferente. Chile salió con otra actitud, dominando posesión y creando peligro. Pero justo cuando parecía que el partido podía dar un vuelco, llegó el momento mágico de Iker Fimbres . El mediocampista aprovechó un contraataque relámpago para marcar con un derechazo impa