Desde la sala de estar del buque Falkor (Too), la científica Ana Paula Osiroff planea su jornada laboral. Frente a ella , una postal inolvidable acompaña el día a día de los 25 investigadores que integran la nueva expedición del Schmidt Ocean Institute . “Estoy en un living precioso, con ventanales enormes al ma r. Es un momento muy plácido del día”, dice la investigadora mientras el barco avanza rumbo al sur hacia los cañones submarinos Almirante Brown y Bahía Blanca ubicados frente a las costas de Chubut y Río Negro, donde esta campaña marítima abre un nuevo capítulo en la historia científica.
Afuera, el Atlántico se extiende sin límites. Adentro, el ritmo del Falkor marca una rutina distinta a la habitual en la que, durante un mes, este laboratorio flotante buscará com