En Brasil, el consumo de bebidas alcohólicas ha sufrido una caída de hasta 50% en algunos establecimientos durante la última semana, según comunicó la Federación de Hoteles, Restaurantes y Bares del Estado de San Pablo (Fhoresp). Esta reducción abrupta se vincula a una serie de intoxicaciones masivas por metanol, atribuida al consumo de bebidas adulteradas, que ha generado alarma en varias regiones del país.
Valderi da Silva, propietario del bar Amarelinho das Batidas en el barrio de Itaim Bibi, expresó que “la demanda de bebidas espirituosas es mucho menor de lo normal, tanto que las ventas de estos productos han caído un 70 % en nuestro bar”. Además, señaló que incluso la venta de cerveza disminuyó debido a la reducción del público, afectando las ventas generales del local.
Enio Mirand