
El precio de la onza de oro troy ha vuelto a alcanzar máximos históricos al romper la barrera psicológica de los 4.000 dólares . Así, el activo refugio sigue atrayendo a los inversores en momentos de inflación e incertidumbre geopolítica. Esta situación también se ve reflejada en otro tipo de activos menos convencionales como las criptomonedas . Así, Bitcoin también está en máximos al sobrepasar los 125.000 dólares.
El metal dorado sobrepaso los 4.000 dólares durante el martes, llegando a alcanzar los 4.037,02 billetes verdes . En la mañana de este miércoles, cada onza se situaba alrededor de los 4.035 dólares, ligeramente por debajo. No obstante, el hito ya está consumado.
El oro tardó cerca de dos años en pasar de los 2.000 dólares por onza hasta los 3.000 dólares , desde mayo de 2023 hasta marzo de 2025. Ahora, los últimos 1.000 dólares se han recorrido en apenas siete meses.
Los 1.000 dólares se consiguieron en 2009. Es decir, el crecimiento del valor del metal dorado ha sido exponencial en los últimos tiempos, especialmente desde febrero de 2024.
El oro en máximos históricos
De este modo, el rally del oro en lo que va de año supera el 53%, incluyendo una subida del 34% desde que el pasado 14 de marzo la onza de oro superase por vez primera la cota de los 3.000 dólares.
«El oro ha experimentado un repunte histórico, duplicándose en menos de dos años, impulsado por las compras de los bancos centrales mientras se diversifica más allá del dólar estadounidense, la agresiva política comercial del presidente Donald Trump y los conflictos en Oriente Medio y Ucrania», aseguran desde ING Research .
Por otro lado, Ewa Manthey, estratega de materias primas de la firma, apunta que el cierre del Gobierno en EEUU ha retrasado datos clave de nóminas, lo que ensombrece aún más un panorama económico ya incierto, mientras que el banco central se enfrenta a desafíos para tomar decisiones de política monetaria .
De este modo, pese al contexto actual, los mercados anticipan que la Reserva Federal (Fed) recortará los tipos de interés en un cuarto de punto este mes, lo que reforzaría aún más el atractivo del oro, un activo que no genera intereses. A ello se suma que la incertidumbre política y las crecientes expectativas de una política monetaria más flexible por parte de la Fed continúan impulsando la demanda de valores refugio.
De cara a los próximos meses, la experta señala que los bancos centrales mantienen su ritmo de compras de oro. El Banco Popular de China , por ejemplo, ha prolongado su racha adquisitiva durante once meses consecutivos, incluso con los precios en máximos históricos.
Al mismo tiempo, la guerra comercial impulsada por Trump persiste, los riesgos geopolíticos siguen siendo elevados y las posiciones en fondos cotizados (ETF) continúan aumentando, mientras crecen las previsiones de nuevos recortes de tipos por parte de la Fed. «Todo ello apunta a que el oro aún dispone de margen para seguir subiendo», concluye.