KINSASA, República Democrática del Congo (AP) — Más de 200 instalaciones de salud en el este de la República Democrática del Congo están experimentando escasez de medicamentos como resultado de los combates en la región y la falta de financiamiento humanitario, afirmó el miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja.

La Cruz Roja declaró que evaluó 240 centros de salud y clínicas en Kivu del Norte y Kivu del Sur, dos provincias donde los rebeldes del M23, respaldados por Ruanda, hicieron un avance sin precedentes a principios de este año, profundizando aún más una de las mayores crisis humanitarias del mundo.

Las dificultades para cruzar las líneas del frente en las regiones afectadas por la guerra han impedido que las instalaciones de salud tengan acceso a medicamentos, incluso cuando están disponibles, señaló el CICR.

"Las vidas de miles de personas están en juego" debido a la escasez de medicamentos esenciales contra la malaria, el VIH, la tuberculosis y otras enfermedades, sostuvo François Moreillon, jefe de la delegación del CICR en el Congo, durante una conferencia de prensa el miércoles.

Muchas organizaciones humanitarias que apoyan las instalaciones de salud en la región se han visto obligadas a reducir su trabajo o cerrar debido a la falta de financiamiento, agregó.

"Actualmente, más del 80% de las instalaciones de salud en las provincias de Kivu no reciben apoyo de socios humanitarios y solo están operativas gracias al notable compromiso de su personal en ambos lados de las líneas del frente", aseguró Moreillon.

Muchos trabajadores de la salud también han huido de las regiones devastadas por la guerra, lo que ha llevado a la escasez de personal en casi la mitad de las instalaciones evaluadas por el CICR, según la organización.

El este del Congo, rico en minerales, ha sido durante mucho tiempo golpeado por combates que involucran a más de 100 grupos armados, incluidos los rebeldes del M23 respaldados por Ruanda. Los rebeldes tomaron las capitales provinciales de Goma y Bukavu a principios de este año, intensificando el conflicto que lleva décadas.

El avance de los rebeldes ha matado a unas 3.000 personas este año y ha empeorado lo que ya era una de las mayores crisis humanitarias del mundo, con alrededor de 7 millones de personas desplazadas. Aunque los combates han disminuido en gran medida como resultado de los esfuerzos de paz, todavía hay enfrentamientos y muchos civiles siguen siendo asesinados.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.