Durante gran parte de la historia moderna, los conflictos bélicos y las tensiones geopolíticas han sido catalizadores inmediatos del aumento de los precios del petróleo. Desde la crisis de Oriente Medio en los años setenta hasta la invasión de Irak en 2003, los mercados energéticos reaccionaban con fuertes repuntes, impulsados por el temor a la escasez. Sin embargo, en el escenario actual —marcado por la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania, las tensiones en Medio Oriente y la incertidumbre económica mundial— el precio del barril se mantiene sorprendentemente estable, oscilando entre 60 y 70 dólares.

¿Qué explica esta aparente contradicción?

El nuevo equilibrio energético mundial

El panorama energético del siglo XXI ha cambiado radicalmente. La expansión de las energías renovables, l

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