Al ver una fotografía de Alejandra López se queda uno con la impresión de haber mantenido una conversación con la figura fotografiada . Conocerla a fondo. Una foto de Diana Bellessi, por ejemplo, transmite la garra de su poesía, su mirada del mundo. Rómulo Macció se muestra distante , a punto de irse. Alberto Laiseca posa con la ironía de su escritura. Ricardo Piglia: toda una vida en la mirada. Y Juan Forn que ríe .
Cómo hace ella para descontracturar la incomodidad del que va a ser retratado, no se sabe. Es su secreto. Pero ninguna fotografía casual, aleatoria o festiva se podrá comparar con la profundidad de su mirada, la de la fotógrafa.
Alejandra López trabajaba como secretaria ejecutiva en una empresa suiza, estudiaba Letras en la universidad y como hobby se dedicaba a la