Dos turistas pagaron 160 dólares para visitar un lugar que solo existe en el imaginario digital de los chatbots. Otros planifican viajes y reciben informaciones erradas que pueden significar un peligro para los viajeros.

La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en el mundo del turismo, transformando la manera en que las personas organizan sus vacaciones. Sin embargo, esa misma innovación tecnológica también está generando situaciones curiosas –y a veces peligrosas–, cuando los algoritmos llevan a viajeros por caminos que no existen. Literalmente.

Uno de los casos más ilustrativos ocurrió en los Andes peruanos. Según reportó la BBC, dos turistas, con entusiasmo y teléfonos en mano, le mostraron al experimentado guía Miguel Ángel Góngora Meza, fundador de Evolution Treks Perú, sus plan

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