«Pensaba que nadie me necesitaba, que no servía para nada y que era una carga para mis hijos. Cada día que pasaba me sentía más invisible y cada vez ese peso era más difícil de llevar», recuerda Elsa Leonor, quien, debido a esos sentimientos, llegó a «enfermar».
«Estaba destrozada mentalmente, sobre todo después de la pandemia y la muerte de mis padres, y llegué a preguntarme para qué vivir», confiesa para a continuación recordar que su voluntad era quitarse del medio «para no ser una carga para mis hijos».
Y es que Elsa Leonor estaba viviendo «una tormenta por dentro», como ella misma lo define, que empezó a gestarse en el año 2017, cuando, con 57 años de edad, emigró a Barcelona procedente de Honduras en busca de una vida mejor.
Lo hizo junto a su hija menor, de 27 años, quien pronto