Pedro Sánchez ha sido recibido este miércoles entre abucheos y gritos por parte de los ciudadanos que se han acercado hasta el lugar de celebración de la V Convención Turespaña . El presidente del Gobierno ha recibido reproches ya escuchados con anterioridad y una ciudadana, que se encontraba junto a otros cacereños descontentos, ha gritado «¡ hijo de puta !» y «¡ perro !» a Sánchez, además de exigirle que dimita.

El blindaje policial, habitual en los actos públicos en los que Pedro Sánchez debe acercarse a la ciudadanía, no ha podido parar los reproches al presidente del Gobierno. Casos de corrupción como los que salpican a su mujer, Begoña Gómez , o a su hermano, David Sánchez , precisamente imputado por presuntos delitos cometidos en Extremadura , han provocado la crispación de los ciudadanos de Cáceres que han criticado en voz alta al jefe del Ejecutivo.

Sánchez ni se ha inmutado ante las críticas de los vecinos de Cáceres en un acto al que ha acudido acompañado del ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu , y del ministro de Transportes, Óscar Puente . Sin embargo, la potencia de los gritos hace que se entienda como notorio el enfado de la ciudadana protagonista y de otros tantos que también han increpado al presidente del Gobierno por su gestión.

Los cánticos y gritos contra Pedro Sánchez se han convertido en habituales a lo largo y ancho del territorio español durante los últimos meses, al tiempo que sube la presión sobre el PSOE , con el caso de corrupción que implica a los dos ex secretarios de Organización del partido, José Luis Ábalos y Santos Cerdán , sumados a los de su entorno familiar, al procesamiento del fiscal general del Estado y al último informe de la Unidad Central Operativa ( UCO ) de la Guardia Civil y los datos sobre la caja B socialista .

En lugares como Lanzarote, Alcorcón (Madrid) o Riaza (Segovia) , se han convertido en virales vídeos con los ciudadanos cantando en contra del presidente del Gobierno , quien sigue presumiendo de « tolerancia cero » con la corrupción y de que se mantendrá al frente del Ejecutivo central al menos hasta las elecciones generales de 2027, sin plantearse una dimisión previa.