La participación de la Selección Chilena Sub-20 en su propio Mundial, que culminó en octavos de final con una goleada de 1-4 ante México. Una vergüenza. Y que es un reflejo de la profunda crisis que atraviesa el fútbol nacional, tanto en su elite como en sus cimientos.
Si bien el equipo de Nicolás Córdova logró el objetivo mínimo de clasificar, lo hizo sin convencimiento, evidenciando graves carencias técnicas y tácticas. Clasificó casi por secretaría (por diferencia de tarjetas amarillas). Esta debilidad en la formación juvenil no es casualidad; es el resultado directo de años de despotenciamiento del fútbol formativo, una área históricamente descuidada bajo la administración de la ANFP y su presidente, Pablo Milad.
La pronta y contundente eliminación en casa es, en esencia, la