La autora de “El Invencible verano de Liliana” y “Nadie me verá llorar” se ha convertido en un referente de la literatura mexicana
“Si quisiera permanecer igual, seguramente no escribiría y seguramente no leería”, dijo Cristina Rivera Garza hace un tiempo en entrevista con un medio de comunicación, y al decirlo, confirmaba lo que ha logrado con sus palabras: poner los reflectores en los huecos más profundos y oscuros que opacan a la sociedad.
Las palabras tienen un poder transformador y la literatura ha fungido durante años como una herramienta para inmortalizar aquello de lo que no se quiere hablar. La escritora mexicana ha hecho esto con sus obras, principalmente con “El invencible verano de Liliana”, en el que rememora a su hermana, víctima de feminicidio en 1990.
Rivera Garza, o