Rojo, verde, entreverado, ancho, rectangular, corto, amarillo, pequeño o cuadrado. Dulce, picante, choricero, morrón o chato. El pimiento del Bierzo es mucho más que un producto de la huerta: es un símbolo, una joya gastronómica que encierra el alma de una comarca.

Un festín de sabores

Condimento esencial de arroces y pescados, protagonista de guisos, lacones y asados, el pimiento berciano se presenta de mil formas. Cornijo o italiano, de piquillo, de Padrón, relleno de morcilla, de queso o de bacalao.

Confitado, caramelizado o en conserva, siempre una oda al paladar . Cortado en tiras, regado con aceite de oliva, frito o escabechado, cada preparación convierte este fruto humilde en un manjar elegante y sofisticado.

Símbolo y legado

El pimiento del Bierzo es la esencia de un

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