La que se considera la más grande operación contra el lavado de activos en Colombia incluyó a la Guardia Civil española. Los cabecillas de una red de blanqueo de capitales eran dos hermanos y coordinaban su actividad con una contadora.

Se trata de los hermanos Pablo Felipe y Santiago Prada Moriones, conocidos como ‘Black Jack’ y ‘Marcos’ respectivamente; junto a Carlos Ariel Zuluaga Lema, alias Cejas, estaban a cargo del tráfico de estupefacientes con destino a Europa, a nombre del Clan del Golfo. Más de 120 toneladas de cocaína enviaban al año.

Ellos mismos, con la ayuda de Brenda Yineth Pineda Bedoya, alias La Contadora, crearon empresas fachadas para completar la triangulación del dinero ganado con la venta de estupefacientes. Era imposible viajar con bultos de dólares, así que dise

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