Almacenes Flamingo S.A., la reconocida cadena de retail con una fuerte presencia en el mercado y un modelo de crédito popular entre los colombianos, se encuentra inmersa en una carrera contra el tiempo. Tras afrontar meses de crecientes dificultades financieras, procesos judiciales y múltiples embargos, la compañía ha activado formalmente un mecanismo de negociación de emergencia con sus múltiples acreedores.
La ley es clara: Flamingo tiene un plazo estricto de tres meses para renegociar el grueso de sus obligaciones y lograr la aprobación de un acuerdo que le permita reestructurar sus deudas y asegurar su supervivencia.
¿Qué debe hacer esta cadena de almacenes para no quebrar?
La activación de un proceso de reorganización empresarial, en sus diferentes modalidades, es un salvavidas que