La hinchada, ávida de un milagro, encontró en Riley Greene y Javier Báez a los héroes que no sabían que necesitaban.
Todo cambió en la sexta entrada . Con el marcador 3-3, Greene conectó un jonrón contra Gabe Speier, rompiendo el empate y liberando una descarga de adrenalina en las gradas. "Fue uno de esos momentos donde solo ves la pelota y sabes que es tuya" , comentaría después el jardinero. Spencer Torkelson no se quedó atrás: un doble, una carrera anotada, y luego Báez, el puertorriqueño, remató con otro vuelacercas que dejó el marcador 7-3. La explosión ofensiva no paró ahí: Gleyber Torres abrió la séptima con otro cuadrangular, sellando una noche donde los bates de Detroit hablaron más fuerte que sus errores.
El parteaguas: Troy Melton, con tres entradas impecables de r