Ojalá, no solamente el alcalde Salazar, sino también los alcaldes de Dosquebradas y Santa Rosa, prohibieran o restringieran severamente la circulación de motos con parrillero hombre. En al menos la mitad de los homicidios y en ocho de cada diez de los atracos o robos que ocurren en la Ciudad, sus autores se movilizaban en una motocicleta o utilizaron este aparato para escapar del lugar de los hechos; y en todos los casos iban como parrilleros de una moto. Esto significa que este vehículo se ha convertido en un elemento prácticamente indispensable para los delincuentes en sus actividades criminales y que el parrillero es el complemento necesario para la comisión de los delitos; así como para escapar fácilmente y casi que sin dejar huella para las autoridades. Basta observar los vide
Hora de prohibirlo

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