Barcelona Lia cumplirá tres años el 28 de diciembre. No anda de forma autónoma –gatea mucho, eso sí– pero está a punto, y si bien se comunica a su manera –señala y se hace entender– todavía no habla más allá de algunas palabras. Le han hecho múltiples pruebas, le siguen especialistas de todo tipo, pero todavía no han encontrado la enfermedad que explique las causas de ese retraso global del desarrollo, si bien sospechan que podría ser una enfermedad rara de origen genético, explica su madre, Laura López Crespo, de 39 años.
Lia (y otros once niños) esperan diagnóstico

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