DIXON, California, EE.UU. — Los propietarios de un gigantesco laberinto de maíz en el norte de California, que en su día fue coronado como el más grande del mundo, quieren que los visitantes recuerden que perderse también puede ser divertido.

“Es confuso. Es emocionante, y en un mundo de GPS y señalización constante, siempre sabes dónde estás, a dónde vas”, señaló Tayler Cooley, cuya familia es propietaria de Cool Patch Pumpkins. “Cuando estás dentro del maíz, todo se ve igual hasta que te subes a un puente y dices ‘Oh, espera, estoy aquí. Pensé que estaba allá’”.

El campo de calabazas y el laberinto de maíz de Cooley, ubicado en la autopista interestatal 80 entre Sacramento y San Francisco, han vuelto a abrir sus puertas para la campaña de otoño hasta Halloween. En 2007, y de nuevo en

See Full Page