Francia perdió a su quinto primer ministro en menos de dos años esta semana, justo antes de que el presupuesto de 2026 debiera enviarse al parlamento.

Sébastien Lecornu renunció el lunes tras anunciar un gabinete que en gran parte mantenía a los mismos ministros que su impopular predecesor, lo que provocó una reacción negativa.

François Bayrou dimitió el mes pasado después de intentar impulsar un plan de ahorro que incluía eliminar dos días festivos y congelar el gasto público.

La renuncia de Lecornu generó dudas sobre si el presupuesto de 2026 —que incluye reformas urgentes para reducir la deuda— podrá aprobarse a tiempo.

Pero, tras conversar con legisladores de varios partidos, ofreció cierta tranquilidad el miércoles, desempeñándose como primer ministro interino. “Existe la voluntad

See Full Page