Con Morena en el gobierno federal y la gran mayoría de los gobiernos estatales, los mandatarios creyeron que las viejas prácticas del PRI se trasladarían a su partido, como la potestad de colocar a su sucesor, pero eso no ha ocurrido.
En décadas pasadas, ser gobernador te permitía, entre muchas otras cosas, dejar a tu heredero en el trono local, lo que garantizaba la continuidad de su grupo y proyecto político, pero sobre todo impunidad.
El pacto de impunidad, de no agresión, alcanzó incluso los tiempos de alternancia en los que los mandatarios como Gabino Cué, Antonio Echevarría, Rafael Moreno Valle, Carlos Joaquín González, por mencionar algunos, no llamaron a cuentas a sus antecesores de otros partidos, Ulises Ruiz, Roberto Sandoval, Mario Marín, Roberto Borge, respectivamente, po