Veamos otra consecuencia de la ruptura de la relación connatural entre la sexualidad y la reproducción humanas, enmarcada también en el quinto telón de fondo de lo que hoy llamamos “Ideología de Género”.

Las defensoras del movimiento “feminista socialista” —Rubin (1975), Jaggar (1983)— ven a la sociedad a través de un análisis marxista. Ellas afirman que Marx se equivocó al identificar las clases en conflicto, pues la verdadera lucha de clases ha sido entre la clase opresora: “varón” y la clase oprimida: “mujer”.

La verdadera causa —aseguran— de la injusticia que han inflingido en toda la historia es haber dividido —arbitrariamente— a la humanidad en “hombres y mujeres”. Esta división arbitraria ha servido —afirman— para otorgarle todo el poder a los varones y declaran que el concepto “m

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