Los riñones son dos órganos que se encargan de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Además, filtran el ácido que producen las células del organismo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio), según los Institutos Nacionales de la Salud. Por ello, es importante cuidarlos para garantizar su buen funcionamiento.
Sin este equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos no funcionen con normalidad y es allí cuando comienzan a aparecer los problemas.
Son muchas las funciones que cumplen los riñones. Sin embargo, cuando existen problemas, no presentan síntomas, salvo cuando la enfermedad renal ya está en estado avanzado y se ha perdido hasta el 80 por ciento de la funcionalidad.
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