Mientras el ministro Luis Caputo sigue negociando un salvataje financiero en Estados Unidos, en los últimos días se registró un fenómeno que no es registrado por las grandes estadísticas pero que revela el estado crítico de la economía : bajaron los precios de comida rápida en las estaciones de Once y Constitución. El motivo en la disminución es la caída de ventas generalizada que genera el desguace salarial que sufren los trabajadores. La gravedad reside en que el valor de un pancho o una hamburguesa en puestos callejeros no suele modificarse a lo largo del tiempo por el patrón de consumo representado por la demanda.

"¡Bajamos los precios!" , anuncia la pintada inscripta en los puestos de comida rápida fijados en los andenes de las estaciones Constitución y Once. Desde ahora, el prec

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