La tesis que defiende el Ministerio de Trabajo es que el nuevo registro horario no va de vigilar, sino de garantizar que las horas extras que pagan. Y como refuerzo a su argumento esgrimen los 2,8 millones de horas extraordinarias sin pagar que se registran cada semana en España.
A partir de esta premisa, Trabajo ha acelerado la puesta en marcha del registro horario digital y consultable en tiempo real por la inspección de Trabajo. Hoy ha salido a audiencia pública el proyecto de real decreto que establece el nuevo registro que se aplicará a todas las empresas, independientemente de su tamaño y su actividad, y que especifica con todo detalle tanto lo que debe incluir el registro como las formas de acceso.
De entrada, lo previsible, que debe ser digital, y “objetivo, fiable y accesible”.