Nuestro día a día puede ser bastante estresante, por lo que es importante hacer pequeños descansos. Pero ¿cuándo? Estas son las señales.
1. Tu concentración disminuye: por ejemplo, ¿estás leyendo y tienes que repetir la frase una y otra vez para entenderla bien? Es el momento de hace una pausa. Regálate algo rico, como un helado.
2. Estás irritable: si crees que te molestan cosas sin importancia, deberías tomarte un pequeño respira para no quemarte y no explotar. Sal al aire libre y respira profundamente unas cuantas veces.
3. Ya no eres ambicioso: cuando estamos agotados, descuidamos la calidad de nuestro trabajo. El objetivo ya no es dar lo mejor de uno mismos, sino terminar los proyectos cuanto antes. En estos casos, hacer una pausa sienta de maravilla.
4. Estás cansado: