La reciente caída nacional del servicio de Internet en Afganistán , que dejó sin conexión a unos 13 millones de ciudadanos durante cerca de 48 horas, ha encendido las alarmas sobre una vulnerabilidad crítica en el ecosistema global de las cadenas de bloques (blockchain) : su dependencia de proveedores de Internet centralizados .

El incidente, ocurrido a fines de septiembre y restablecido el 1 de octubre, fue inicialmente atribuido a “problemas técnicos” con los cables de fibra óptica, aunque diversas fuentes —incluido un reporte de Reuters — sugieren que la medida habría sido ordenada por la administración talibán como una forma de control sobre la información digital.

Más allá de su origen, el apagón reveló un punto débil en la promesa de descentralización de la tecnología b

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