Si hay una planta que combina historia, aroma y propiedades curativas, esa es el laurel (Laurus nobilis). No solo se usa en la cocina para darle ese toque especial a nuestros platos, sino que también es una medicina popular. La mejor forma de aprovechar sus propiedades es tomando el popular té de laurel.

El secreto está en su composición. El laurel es riquísimo en aceites esenciales como el cineol, el linalol y el eugenol. Además, está cargado de antioxidantes (flavonoides y polifenoles), vitaminas A y C, y minerales esenciales como calcio, potasio y hierro.

Gracias a estos compuestos, el té de laurel tiene propiedades carminativas, digestivas, antioxidantes, antiinflamatorias y relajantes, entre muchas otras.

Cómo preparar este té curativo:

Preparar esta infusión en casa es muy sencil

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