La búsqueda de la fuente de la eterna juventud viene de antiguo: la primera referencia conocida data del siglo IV antes de Cristo. La ciencia lleva siglos dedicándose a algo parecido: descubrir las claves del envejecimiento , su biología. Investigadoras de la Universidad de Stanford creen que el secreto podría desvelarse por completo gracias a un diminuto pez de vida efímera, el killis turquesa africano ( Nothobranchius furzeri ).
El estudio, publicado en la revista ‘eLife’, ha permitido estudiar al detalle el envejecimiento de los killis y su relación con la dieta. Ahora hay un nuevo objetivo: descubrir todos los enigmas para extender todo lo posible la vida saludable del ser humano ; en definitiva, para ‘pausar’ el envejecimiento.
La ciencia ha demostrado que la alimentación