La Corte de Apelaciones Penales de Texas acaba de dar un giro dramático en una causa con pena de muerte. Concedió una moción de emergencia que frena la ejecución de Robert Roberson , el hombre sentenciado por la muerte de su hija Nikki, de tan solo dos años. La decisión, que se conoció este jueves, puso en pausa una sentencia que se iba a cumplir el próximo 16 de octubre.
El caso de Roberson, de 58 años, podría haber marcado un precedente sombrío: la primera ejecución en Estados Unidos directamente relacionada con una condena que se basa en el controvertido diagnóstico de “ síndrome del bebé sacudido ”. La decisión judicial deja la pena capital en una situación indefinida.
Roberson recibió la sentencia en 2003 por el fallecimiento de Nikki, que ocurrió en su residencia del este de