Abiyán. Burkina Faso, país africano gobernado por una junta hostil a Occidente, informó este jueves que se negó a acoger personas deportadas por Estados Unidos, una de las medidas estrella de la campaña contra la migración irregular del presidente Donald Trump.
El magnate republicano convirtió las llamadas expulsiones a «terceros países» en un sello distintivo de su política migratoria, enviando a personas a lugares con los que no tienen vínculos ni familiares, en particular a la prisión de máxima seguridad Cecot en El Salvador.
En África, Esuatini, Ghana, Ruanda y Sudán del Sur aceptaron en los últimos meses a migrantes deportados por Washington. Este jueves por la noche, el ministro de Relaciones Exteriores burkinés, Karamoko Jean Marie Traoré, afirmó que su país se negó a firmar un ac