Entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, el café colombiano consolidó su lugar como emblema nacional y motor esencial de la economía.
Según informó la Federación Nacional de Cafeteros, en este periodo, la producción llegó a cerca de quince millones de sacos de 60 kilogramos, lo que representó un incremento del 17 % respecto al año anterior.
Del mismo modo, las exportaciones aumentaron un 12 %, demostrando la capacidad del sector para sostener su relevancia internacional a pesar de la volatilidad de los mercados.
Sin embargo, el consumo interno sigue siendo reducido, apenas 2,8 kilogramos por persona al año, muy por debajo de los 13 kilogramos registrados en países como Finlandia.
Adicionalmente, este contraste denota una oportunidad de crecimiento dentro del país y ha favorecido