
IU y Podemos tienen previsto reunirse este viernes por la tarde en Valladolid en una cita de la que parece poco probable que concluya con un nuevo pacto. Marcados por la coalición en la que Pablo Fernández se impuso como candidato de Unidas Podemos en las Cortes de Castilla y León en la que los de IU se han sentido poco identificados, todo apunta a que la reunión no abrirá la puerta de una candidatura conjunta de cara a las autonómicas, que están previstas para marzo de 2025.
El nuevo secretario general de Podemos en Castilla y León, Miguel Ángel Llamas, lo anunciaba en X hace diez días: “En Castilla y León habrá papeleta de Podemos”. No es que pillara a nadie por sorpresa, teniendo en cuenta que no estuvo presente en la reunión de días anteriores que protagonizaron varios partidos políticos de izquierdas para ir avanzando en la posibilidad de presentarse conjuntamente. Aunque hubo otras formaciones, IU, Sumar y Verdes Equo anunciaron entonces que iniciaban las negociaciones para presentarse juntos . Este viernes se reúnen Podemos e Izquierda Unida a petición de este último, con el ofrecimiento de “conjugar un frente amplio de candidatura de izquierdas sin exclusiones, con una candidatura y programa que sean realmente transformadores y que se salgan de los marcos establecidos”, ha explicado el secretario de IU en Castilla y León, Juan Gascón.
El responsable de Podemos se ha mostrado “abierto al diálogo” y a “atender todas las peticiones”, pero ha considerado “muy difícil e improbable” que se puedan acordar una candidatura porque tienen “proyectos diferentes”, especialmente en el ámbito estatal, porque para él no tendría sentido ir juntos en las comunidades y separados en las elecciones generales, porque las competencias son “compartimentos estancos”. “Hay que lanzar certezas a la ciudadanía. Tiene sentido que los proyectos sean compartidos en todos los niveles territoriales, es algo que no siempre ha hecho bien la izquierda cuando ha tenido esa tendencia a cambiar de siglas y alianzas en función del territorio”, defiende Miguel Ángel Llamas. El también secretario de Programa de la Ejecutiva estatal de Podemos ha reivindicado un “proyecto propio” en la que se haga política sin estar “subordinado” al PSOE. “No se puede cerrar la puerta a nada, pero no depende de la directiva autonómica”, ha zanjado.
El responsable autonómico de IU ha asegurado que su intención es negociar un programa electoral con varios partidos y con la sociedad civil y deja sobre la mesa las primarias abiertas para elegir proyecto y candidato siempre que haya un “frente amplio de izquierdas sin exclusiones”. “La oferta es la misma que a otros movimientos políticos”, ha resumido.
Una coalición que ha representado solo a un partido
En 2019, Podemos e Izquierda Unida no alcanzaron un acuerdo para presentarse juntos. ¿El resultado? La única procuradora que salió elegida con solvencia fue Laura Domínguez, por Podemos, de Burgos. El líder de Podemos, Pablo Fernández, que se presentó por León, salió elegido solo después de sumar el voto en el extranjero y un recuento del escrutinio electoral . Izquierda Unida se quedó sin representación en las Cortes a pesar de que contaba con un procurador en el parlamento autonómico. Por lo tanto, ante el adelanto electoral de 2022, ambas formaciones llegaron a un acuerdo: Se presentarían como Unidas Podemos (IU, Podemos y Alianza Verde) y el candidato por Valladolid sería Pablo Fernández, en un intento por garantizar que al menos hubiera un representante a la izquierda del PSOE . La coalición de Podemos e IU empeoró el resultado obtenido en solitario y se quedó con un solo escaño, el de Pablo Fernández, que se presentó como número 3 en las elecciones europeas, que apenas ha ido a las comisiones de las Cortes de Castilla y León y que ha protagonizado ausencias como cuando PP y Vox votaron mal la ley que acompañaba a los presupuestos y él ya estaba en un tren camino de León.
El nuevo líder de Podemos reconoce que en esta legislatura la coalición “no se ha materializado en un trabajo conjunto”. No ha querido ahondar en las causas, aunque ha deslizado: “No sé si porque IU no tenía interés en participar por sus posiciones estatales o por lo que sea, pero no se ha materializado la existencia de esa coalición, con algunas excepciones”. IU defiende que han reclamado a Pablo Fernández que participara en asambleas conjuntas para explicar lo que estaba haciendo como procurador y cree que se ha utilizado “un recurso de Castilla y León” para “otras necesidades que tienen los partidos”. Sí hace “cierta crítica a la falta de trabajo del espacio de UP”. “La representación no ha sido del espacio, ha sido de una de las partes”, suscribe Juan Gascón.
Miguel Ángel Llamas asegura que el trabajo de Pablo Fernández en las Cortes ha sido “muy positivo” y “muy destacable” teniendo en cuenta “la soledad” que se ha encontrado en el Grupo Mixto y que está “en un ecosistema mediático nada favorable para la izquierda”, con una labor de control en sede parlamentaria que es “un éxito en redes sociales”, puesto que considera que Podemos tiene “muchas puertas cerradas en los medios de comunicación”.
En la reunión de esta tarde, el responsable de IU espera profundizar en por qué Podemos está descontento con estructuras provinciales como Valladolid Toma La Palabra, en la que tuvo un concejal hasta que Jonathan Racionero dimitió “por motivos personales”. “Yo no sé si el concejal ha dimitido porque funciona mal la plataforma, o si funciona mejor cuando ha dimitido, o si ha dimitido para decir que funciona mal”, protesta.
Hace unos días, Pablo Fernández criticó en una entrevista a Tribuna de Valladolid las “dinámicas internas” de la plataforma, cuyo funcionamiento considera que es “francamente mejorable”. El secretario de IU se pregunta el motivo de este descontento y considera que quizá no se entienda esa “estrategia de Podemos de enfrentarse a escala municipal” en lugares como Miranda de Ebro, Aranda de Duero Villablino. “La pregunta es si ellos van a entrar en la dinámica de implosión de todo, una dinámica que no creo que sea adecuada”, reflexiona Gascón, que cree que no es “positivo” que se tomen decisiones así fuera de los territorios y que teme que “lo comunicativo esté condicionando lo político”.