Alvise dona parte de su sueldo de eurodiputado a través de un concurso de Instagram y TikTok (50.000 euros), a las fundaciones de la Guardia Civil o la Policía Nacional. Una mezcla entre mofa de los sueldos de los españoles y crítica a nuestra clase política, que ni tiene clase ni hace política.
Un poco populista, un poco Robin Hood. No es la primera vez que habla de la situación laboral y económica de nuestro país en clave de burla. Una estrategia comunicativa que funciona, fácil para que la entienda todo el mundo y dañina para fomentar movilización civil. Repartir su sueldo entre diferentes fundaciones parece que es el resultado; al menos no destina su sueldo (o el de sus votantes) a montar un bareto en Lavapiés y lucrarse.
Resulta que en España no tenemos contentos a nadie: ni a