"El Ayuntamiento de Cullera hizo un llamamiento para recoger material para los afectados por la dana . Fui a llevar algunas cosas que tenía por casa, pero fue tan brutal la solidaridad de la gente, que decidí quedarme allí ". A día de hoy, la voluntaria de Cullera Mónica García todavía sigue ayudando a algunos de los damnificados por la trágica riada, que azotó la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. Aunque este centro logístico cerró sus puertas siete meses después de las inundaciones, ella todavía sigue repartiendo algunos enseres básicos a familias afectadas. "Es increíble, pero nos sobraron un montón de pañales. Aún estamos repartiendo a las familias con niños o con personas mayores que lo necesitan", explica.
Cerca de mil voluntarios de la localidad se han volcado d