En los años 80 aquellas chapas metálicas amarillas con un sol rojo sonriente al que rodeaba un texto circular con el lema: ¿Nuclear? No Gracias!, se convirtieron finalmente en una moda que decoraba las solapas de todas las chupas de cuero de la época.

En ese momento el fervor antinuclear (muy exacerbado por lo ocurrido en Chernóbil) convivía en España con la movida madrileña, y un grupo no muy conocido, pero alma mater de la movida, llamado Aviador Dro, por ir contracorriente al movimiento, lanzó una canción cuyo estribillo decía: “Nuclear Sí, por supuesto; Nuclear Sí, ¿cómo no?”. Una canción que se convirtió en algo más jocoso y divertido al estilo del modo de vida banal y de carpe diem que proyectaba la movida, que en una verdadera canción reivindicativa contestaría al movimiento antinu

See Full Page