Boluarte, quien asumió la presidencia en diciembre de 2022 tras la salida de Pedro Castillo, enfrentaba múltiples cuestionamientos por presuntos casos de corrupción, entre ellos el llamado Rolexgate, y por su manejo de la crisis de seguridad ciudadana.

Tras la votación, el presidente del Congreso, José Jerí, asumió como mandatario interino, en medio de llamados a la calma y exigencias de convocar a elecciones generales.

La destitución ha generado reacciones encontradas dentro y fuera del país.

Mientras algunos sectores consideran la medida un paso necesario para recuperar la confianza institucional, otros advierten que el constante reemplazo de presidentes,

seis en los últimos siete años,

profundiza la crisis política y debilita la democracia peruana.

Organismos internacionales han p

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