Bajo el entusiasmo de miles de rancagüinos que se apostaron a lo largo de calle Grecia, la ciudad volvió a rendir homenaje a los héroes de la Batalla de Rancagua en el tradicional desfile cívico-militar del 2 de octubre que esta vez se realizó el 1 de mes.

La jornada, cargada de identidad, fue un reflejo del espíritu comunitario que distingue a la capital de O’Higgins, donde las instituciones civiles y el voluntariado se convirtieron en protagonistas de una ceremonia que mezcla historia y compromiso social.

El desfile comenzó con el colorido de las agrupaciones folclóricas locales que, con pañuelos al viento, ofrecieron un esquinazo en honor a la patria, dando pase a las instituciones participantes.

LA FUERZA DE LA COMUNIDAD

Entre los más aplaudidos estuvieron los cuerpos de voluntaria

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